Si nos acostumbramos a ejercitar la mente, como si de un músculo se tratara, evitaremos su deterioro y mejoraremos nuestra capacidad cognitiva.
Aquí te dejamos algunas claves para ejercitar la mente.
Mantener la mente despierta
La lectura, la relación con tu entorno social...contribuyen a que tu mente esté activa. Sin embargo, la exclusión y el aislamiento, tanto físico como emocional pueden llevar a la depresión y si esta grave enfermedad no se trata puede acelerar el deterioro cognitivo.
Ejercicio físico
Estar en forma y hacer ejercicio aumenta el riego sanguíneo y la oxigenación del cerebro, disminuyendo los riesgos de padecer obesidad, diabetes o enfermedades cardiovasculares, factores de riesgo del Alzeimer.
Dormir de día y de noche
Durante el sueño se fija lo que hemos aprendido durante el día, además hay estudios que demuestran que una siesta de 90 minutis contribuye a la consolidación de la memoria a largo plazo.
Comer menos y más verde
Una deficiencia de de folatos y vitamina b12, presentes en los vegetales de hoja verde, puede incrementar el riesgo de demencia.
Cambios en la rutina
Al modificar nuestros hábitos se activan nuevas conexiones neuronales, cualquier pequeño cambio, mejorará la memoria, lavarse los dientes con la otra mano, cambiar la ruta de camino a la casa o el trabajo.
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